Según Michael, camisa de lebron james la muerte de su padre le dio el giro definitivo a su decisión de abandonar el baloncesto. El esqueleto que moja una pelota de baloncesto en llamas, apodado “Skully”, fue la interpretación del artista de cómo el equipo lituano resurgió de las cenizas hacia la victoria. Tras recibir Malone el balón, Jordan llegó por detrás, le robó el balón y calmó la posesión subiendo la pelota. Por ello, un extra-motivado Jordan volvió a utilizar su dorsal 23 de nuevo. Al día siguiente, Michael jugó el partido con el dorsal 45 (su número con los Barons), ya que su clásico 23 había sido retirado en honor a él mismo. Los ganadores del EuroBasket 2003, a excepción de Kšyštof Lavrinovič y Giedrius Gustas, jugaron un partido amistoso contra un equipo de estrellas europeas, la mayoría de las cuales también estaban en ese torneo. En el All-Star Game de 2003, Vince Carter le cedió su plaza en el quinteto titular y la ceremonia del descanso fue dedicada a Jordan, completada con una actuación musical de Mariah Carey en su honor.
Una muestra de respeto fue la retirada por parte de Miami Heat del dorsal 23 el 11 de abril de 2003 en honor a él, a pesar de no haber jugado jamás un partido con la camiseta de los de Florida. La primera participación de Jordan con la selección nacional fue antes de ingresar en la universidad, en el Festival Olímpico organizado por el Comité Olímpico estadounidense en verano de 1981. En él, formó parte del U. S. Olympic Festival South Team que consiguió la medalla de plata, promediando 13,5 puntos y 4 rebotes por partido. En la temporada 1997-98, los Bulls bajaron un poco el pistón, logrando un balance de 62-20 con Michael Jordan promediando 28,7 puntos y liderando la liga en anotación, ganando el MVP de la temporada y del All-Star, y siendo nombrado en los primeros quintetos de la temporada y en el defensivo. Reconociendo que sería el último año de Jordan como jugador de la NBA, hubo homenajes en casi todos los pabellones de la liga. Podría haber sido un jugador del Salón de la Fama, nbacamisetas pero la vida se interpuso en el camino. Jugar en sus franquicias es el sueño de todo jugador profesional. Tras ir venciendo 3-2 en los primeros cinco encuentros, los Bulls regresaron a Utah para disputar el sexto partido el 14 de junio de 1998. A falta de 40 segundos Chicago iba 86-83 abajo.
Ganaron 2 de los 5 encuentros, y Michael promedió 18 puntos por partido. En verano de 2000 fue traspasado a Cleveland Cavaliers y en su única campaña en el equipo aportó unos notables 11.3 puntos y 9.7 rebotes en los 82 partidos de la temporada que disputó, siendo sus mejores promedios en los últimos años. Aunque físicamente no era el mismo de antaño y pese a las lesiones que lo limitaron continuamente durante la temporada, los promedios de Jordan no fueron nada malos: 22,9 puntos por partido, 5,2 asistencias, 5,7 rebotes y 1,42 robos de balón, liderando a los jóvenes Wizards a un paso de disputar la postemporada a pesar del flojo equipo con el que contaban. Jordan y los Bulls continuaron su dominio en la temporada 1991-92, estableciendo otro nuevo récord de la franquicia al ganar 67 partidos y perder tan solo 15. Jordan ganó su tercer MVP (segundo consecutivo) con promedios de 30,1/6,4/6,1. Tras ganar a los Knicks en siete duros encuentros en la segunda ronda de eliminatorias y a los Cavs en seis en las Finales de Conferencia, los Bulls se plantaron de nuevo en las Finales de la NBA. Mientras esta acción pudo haber sido una tentativa de recobrar su misterio y predominio, le costó una multa a la franquicia ya que no se avisó a la NBA de un cambio de dorsal.
Cabe destacar una jugada que aún sigue en la memoria de los aficionados a la NBA, no es otro que el rectificado en el aire de Jordan cambiándose el balón de mano para anotar una mítica canasta ante una zona poblada de jugadores de los Lakers. La serie ante los Jazz destacó por dos de los momentos más memorables de la carrera de Michael Jordan. Después de que su carrera en la NBA fuera un fracaso, tuvo una breve carrera como kickboxer. Jordan comenzó a declarar en el verano de 2001 que era posible su vuelta como jugador, esta vez con un nuevo equipo, los Wizards. Ese verano Jordan se entrenó con más rabia que nunca, la antesala del que iba a ser uno de los mejores años de la historia de un equipo en las ligas profesionales americanas. Varias conjeturas se han tejido sobre lo que pasó ese día, incluso por parte de los mismos protagonistas; como por ejemplo la de que el equipo se vio afectado por el viaje con cuatro días de anticipación al juego, factor que no fue suficiente para adaptarse a la altura capitalina.